jueves, 4 de noviembre de 2010

UNA LIBRA MENOS, EL GATO CON BOTAS Y SEX AND THE CITY.


.Es increíble ver cómo, cuando condicionas tu mente , tu cerebro y tus neuronas, puedes hacer hasta lo que creías imposible.
Y es que , para mí, levantarme a las 530 a.m., a hacer lo que fuera, era un infortunio.  Mucho menos pensar que lo haría para ir a un gym, y mucho menos a entrenar con un trainer.

Quien me conoce sabe que de little miss sunshine no tengo ni la L, que detesto levantarme y que, en la mañana, lo que mas odio es que me hablen…simple.   Mi despertar de autómata, es el momento más egoísta del día para mi ( estoy redescubriendo el mundo, no me jodan ).

Ahora, lo que me sorprende, es que este mismo cuerpo latino que aquí escribe,  esta  pesadilla matutina, esta modorra con dos patas, el GRINCH de las mañanas, se levante a las 530 a.m, y vaya a ejercitarse. Jajaja, y que cada día lo haga con más entusiasmo.

El asunto es que, como parte de este mega-mega-challenge,
 que por momentos pienso que consiste en ver quién deja más sudor en el piso del gym, llega un día en que tienes que pesarte.  Sí, tú sabes, eso mismo, sacarte los zapatos, subirte en una balanza de ésas que, por lo menos yo nunca he entendido, y esperar que te  digan ( hopefully) que has rebajado par de libras.

Pero déjame hacer una pequeña pausa , antes de seguir, para explicarte algo…yo nunca he estado acostumbrado a pesarme.  Sé que en mi casa hay un peso, de madera, que más que usarse, sirve como decoración de uno de los baños, y una que otra vez, para pesar equipaje.  Mi peso ( hasta que dejé de fumar y me enamoré como una colilla de la cerveza ) nunca había sido un problema..hasta que, bueno, los pantalones no empezaron a servirme, las camisas no me cerraban, y , bueno, parecía que tenía a un alien de ésos de la película en la panza.  En fin, para ponerlo gráfico y en abecedario ( para los que les gusten las letras ) , pasé de ser una I, a ser una especie de S, pero flipeada horizontalmente ( ¡2 minutos para hacerlo en Photoshop, vamos!…ya?).


Por eso, luego de 2 semanas de matarme haciendo ejercicio, comer peor que una vaca, sudar en cantidades industriales y descubrir músculos, ligaduras, y nervios que en mi vida pensé que tenía, llegó el día de pesarme.

Luego de matarme por 1 hora y 45 minutos con mi trainer, y ya bañadito y cambiadito, acudí a mi cita con la nutricionista, la cual, al veme cambiadito, pero en chancletas, me puso muy mala cara y me preguntó, con una voz de pelea..” ¿Tu entrenaste hoy?”, a lo que yo, con la frente en alto y muy orgulloso le respondí afirmativamente. ( ten en cuenta que, hasta ese momento,  yo pensaba que su mala cara se debía a mis chancletas, que en realidad no iban para nada con el resto de mi ajuar..lo que pasa es que siempre dejo los zapatos en el carro, porque, por algún deseo exhibicionista, me encanta ponerme las medias y los zapatos en el parqueo, sentado en la compuerta trasera de mi carro).  El asunto es que, en ese momento me enteré que nunca debes pesarte luego de hacer ejercicio, porque, como  procedió a explicarme la Doctora ( ya con mejor cara ) pesas más.  Sí, la masa muscular, aún despierta cuando acabas de entrenar, sube el peso de la escala.  Aún así..ella insistió en pesarme.  El resultado :  Una, ( sí, UNA ) libra menos.

O sea..vamos a sopesar el dramatismo de este momento..UNA libra menos.  Luego de explicarme el complicado y simple funcionamiento del cuerpo humano ( que se pone ñoño cuando de peso, libras y balanzas se trata ), de dibujarme diagramas, ( hasta creo que una matica dibujó …) y de explicarme el porqué de mi peso, la Doctora solo procedió ( asumo que al ver mi cara consternada por la tragedia, y mis ojos que le decían que por más que hablara, yo solo oía “UNA LIBRA…UNA LIBRA..UNA LIBRA…” en mis adentros ), a recetarme unas vitaminas y entregarme un papel con una dieta nueva ( esta vez, con las comidas repartidas en porciones ) y a darme ánimo para seguir adelante.

Obvio que salí de allí literalmente disparado, tratando de evitar a todo el que me fuera a preguntar cómo me fue y, lo peor, cuánto había rebajado!!

Una vez llegado al trabajo, en donde nadie sabía de mi desgracia, recibo un mail, explicándome en detalle, ahora en cristiano, las intríngulis del bajar de peso, de desarrollar músculos y del universo del fitness y el ejercicio. Palabras que tuvieron un efecto casi instantáneo de bálsamo, porque , lejos de sentirme peor, hicieron que analizara el siguiente punto ( sacado directo del Manual del medio vaso )..” Por lo menos, no estoy más gordo..”.  Y tras estas palabras, empezó a sonar la musiquita de cualquiera de los muñequitos de princesas de Disney, y el día, o lo que quedaba de él, fue mucho mejor.

Pero aún faltaba algo. (Y he aquí el motivo del título de este post, y de mi pasajera, breve pero profunda simpatía con las mujeres de Sex and the City..).  Aún estando feliz, energético, me sentía en deuda conmigo mismo..tu sabes, como si me hubiese autoboicoteado, como si, de repente, en mi interior ESA UNICA LIBRA fuera solo eso…lo único que me separaba de mi felicidad completa y absoluta, el único obstáculo que no había podido sobrepasar en este Mega Challenge de reinventarme de nuevo.  Y entonces pasó.  Y , citando a Sabina, “el destino me hizo un guiño”, pero esta vez en forma de unas botas militares de Zara, las cuáles, aparte de ser terriblemente cool, no solo eran de mi número..sino que eran las últimas que quedaban.  Como un autómata las tomé, me dirigí a la caja y el dije al cajero, pasándole rápidamente la tarjeta: “ Corre, antes de que me arrepienta!”.

En resumen y ya para terminar, que nos hemos extendido mucho,  que terminé el día con una libra menos, que mi tarjeta adelgazó también, pero al final de la jornada solo podía pensar en lo cool de mis nuevas botas y en lo alegre que estaba, de que tras un día lleno de explicaciones y datos de cómo engorda o baja de peso el cuerpo humano, por lo menos MIS pies no habían cambiado de talla.
Entonces, sintiéndome como todo un gato con botas, empecé a susurrar ( muy para mis adentros, que cantar no se me da ) aquello de I FEEL PRETTY, OH SO PRETTY…mientras la lluvia teñía la calle como un dálmata inverso y me daba pecas invisibles en la cara.




lunes, 25 de octubre de 2010

El Doctor C, el “conversao” y el color de las buenas intenciones.




Como todo aquel que se respete, yo también tengo mi terapeuta. El Doctor C, o cariñosamente “ el  locólogo “ , como me gusta llamarle, ha hecho que mis sesiones de terapia sean una verdadera experiencia.  A todo el mundo le recomiendo que se busquen su Doctor C, ( el mío No lo presto ), y es que, en más de una ocasión me he oído diciendo en voz alta, las cosas que muy adentro pensaba en voz baja, ante su mirada socarrona.

Y hablo de mi terapia, que para mi es algo muy íntimo, porque, en nuestra última sesión, pasó algo que me puso a pensar.  Y no niego que normalmente siempre las sesiones me pongan a pensar, pero, ésta en especial, y ya verás por qué, como que me retorció un par de neuronas.

Y aquí va la historia..justo en el proceso de reinvención por el que  estoy atravesando, ( tú sabes, ese mismo que implica dieta, gym, y uno que otro libro de Osho para la limpieza espiritual…ok, dejémonos de pendejadas,  que eso de
 “ reinvención” es un título bonito para la puta crisis de los 39), conocí a alguien que, para decirlo de alguna manera..me turbó. Una persona que se presentaba como alguien , en pocas palabras, increíble, con un equipaje emocional muy parecido al mío, y ante  cuyas opiniones sobre los temas más variados ( desde los derechos humanos , Bjork, y otras cosas aún más trascendentales ), me encontraba, de repente, moviendo la cabeza afirmativamente.

 En fin, una especie de camarada, un hermanito chiquito grande, un más-que-primo-postizo con el que tenía mil cosas en común, y quien , al mismo tiempo, demostraba mi tesis de que #1 hay cosas que se caen de la mata , y #2..yo podía estar loco, pero no era el único.

Todo iba bien hasta que llegó el día que me dijo que quería hablar conmigo.  Y ni siquiera me lo dijo , en realidad creo que me lo envió por un txt.  Las semanas pasaban , y el “conversao” nunca se daba..hasta un sábado o domingo por la tarde, cuando , por fin, se dieron las circunstancias.

Lo que siguió ( la conversación ) no creo que valga la pena discutirla, pero la lección que me dejó sin dudas quiero compartirla.  Esta persona, de cuya nobleza jamás dudaré, básicamente me hizo sentir como si yo fuese un obstáculo, una piedra, un letrero de esos del ayuntamiento con la foto del “ alcaide” , la sombra de una mata de mango obstaculizando el sol en SU camino a la iluminación.
Una especie de eclipse “marrdito” sazonado con un azare color fundita kaki de colmado. Dicho de manera simple, me hizo sentir mal, de más, y mal de  más,   es decir PEOR.
Y aunque soy un fiel creyente de que la verdad a veces sale de los labios de los que nunca pensabas oirla, también creo que el infierno está lleno de buenas intenciones, disfrazadas de monjas que se llaman Sor Preocupación, Sor Consejo y Sor  Cuidado.
( Sor Prepucio, Sor Testículo y Sor Escroto las dejamos para otra historia ).

Pero aquí no acaba la historia. No.  Lo peor de todo fue tener que oír que a esta persona le preocupaba ( inserte risa aquí, por favor ) que hubiese algún tipo de atracción desde mi lado, porque , obviamente, en caso de haberla, no era correspondida.  Todo esto motivado por un comentario “ tirado al aire “  por alguien completamente ajeno a toda esta historia.

Después de un promedio de 45 minutos ejercitando mis neuronas sobre esto, y ante la mirada profunda del Doctor C, me escuché preguntándome  lo siguiente: ¿ Acaso yo también ando con una lista de PEROS para aquellos que se me acercan en plan amistoso? ¿ Acaso yo también he visto ( y previsto) que alguien, por equis o por erre, lejos de ser un amigo, se vislumbre como una traba, una especie de “ policía acostado emocional “ que me impediría seguir hacia delante?

Y entonces..TITUá..entendí.  Y fue como si la mano de Dios bajara de repente y matara un mosquito en mi nuca.. Yo no quiero ser amigo de alguien que me ponga condiciones. Y no es que esté mal poner condiciones..jamás.  Pero, poner condiciones es poner limitantes, y,  en este caso es más como una excusa para moldear, para ponerlo bonito, a la otra persona.  Y no es que piense que para ser amigos debemos de congeniar en todo, ( todo lo contrario, con más de la mitad de mis amigos no comparto opiniones ni pensares sobre ciertos tópicos ), pero sí pienso que es una cuestión de respeto.  Y respetar es dejar ser. Y a su vez, dejar ser es dejar vivir.

Y puedes vivir, y ser, y compartir con las mejores intenciones.

Y finalmente entendí que prefiero mil veces ser, y vivir tal como soy, y que las buenas acciones ( cuando son de verdad buenas) no se disfrazan de buenas intenciones sin cojones..ni mucho menos son de color kaki.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Payasos cósmicos, títeres espirituales, y demás hierbas aromáticas.







Ok,ok..a quien voy a engañar? Te juro que si vuelvo a oir a alguien más citando aquello de que “ cuando deseas algo, el universo conspira contigo para conseguirlo” ( creo que así va, si no, pués házte el loco…cogiste la idea anyway ) creo que  saldré despavorido por la calle a buscar a este señor Universo para rendirle cuentas,,eso sí, de lejos, porque por el nombre debe ser un doppelganger( doble malvado ) de Arnold,,

El asunto es que me killa, ( y, sî, me Killa con “K”) el  hecho de tanto conformismo místico que hay en estos tiempos.  Aquello de que todo pasa por una razón, lo confieso, a veces hasta lo he creído, pero de ahí a creer que todo, TODO lo que tu pidas está en manos de un este cuerpo místico, celeste y 
 asombroso que tiene dientes como estrellas y que funciona, a mi juicio, como una especie de sancocho estelar de tres carnes, pues…que se yo..como que no convence.

Lo grande es que lo ves todos los días más y más…ya la gente no se esfuerza por hacer nada..todo vendrá si “está escrito “ o si  “el destino lo quiere”.

Entonces…y aquí el punto ( ja!) …propongo lo siguiente ; Vamos a dejar de hacer todo, y me refiero a todo.  Deja de ir a tu trabajo, deja de bañarte, no le eches combustible al carro, no pagues al banco tus tarjetas, no pagues el teléfono.  Deja a un lado tus derechos y tus deberes, y ..porqué no? Tus necesidades.

Total, si nos subimos todos a este tren neo-espiritual, místico-mágico-religioso, a esta gira kármica que no se cansa de dar vueltas a ritmo de un organillo de carnaval, es porque todos creemos que al final , lo que va a pasar, pasará….sin importar cuánto me esfuerce..o me deje de esforzar.

Pero una cosa es ésa, y otra hacer el papelazo citando palabras y frases que ya, de tan trilladas, han perdido hasta su significado. Son como prostitutas “literarias”, que todo el mundo conoce, y cuya traducción libre es tan libre como el autor de la misma.

En resumen, que una cosa es ser espiritual, para adentro, y otra ser un payaso-falta-de-gurú que a los primeros dos tragos, o peor, ante el más mínimo chance de protagonismo, cita LITERALMENTE cualquier pendejada.  A estos payasos les digo : DEJEN EL UNIVERSO EN PAZ, VAYAN A CASA A LEER UN LIBRO.

viernes, 8 de octubre de 2010

Prince Charming, bicicletas y caballos.





Prince Charming ya no viene a caballo. Es más,  luego de dudar muchísimo sobre su existencia, hemos llegado a la conclusión de que viene en bicicleta.

Pero tomémoslo por el lado bueno (no es que hay que concentrarse solamente en la posibilidad de que NO tenga carro ), la buena noticia es que de seguro viene equipado con buenas piernas.  Y, para quienes  les guste lo “ au natural “, tampoco necesariamente que ande en bici implica que se las rasure.

El problema es que aún no conocemos la ruta. Y como no conocemos la ruta, tampoco podemos predecir el momento exacto de su llegada.  Olvídate de los Tour de France que has visto por Telecable, que esto no es una carrera. Y tampoco garantizamos que aparezca en su Unitard de Lycra ( para los gustos, los colores ),  así que olvídense de días, fechas y horas, de lo  que te dijo tu amigo psíquico que lee las cartas, olvídate de todo.  No sabemos aún si estará lloviendo, si estará soleado, si estarás cerca o lejos de casa o si, por accidente, te lo llevarás por delante con tu carro.

Nuestro consejo es que te olvides de olvidar..que lo saques de tu mente, porque, a nuestro juicio, mientras más lo pienses, menos lo acercas…mientras más lo idealizas, y lo adornas, de repente menos se parece a lo que has pensado.  El azar de estas cosas ( y nótese, que en este caso, estamos ligando etimológicamente la palabra azar con “ azaroso “..) es que cuando menos lo piensas, es más, cuando ya ni lo quieres, cuando ya te has hecho la idea de que tu único recurso es comprarte un gato, sembrar una mata, aprender a tejer con agujetas,  o cualquier otro pasatiempo heredado de una tía jamona, o de una vecina loca o de tu abuela..entonces…ahí cae.

Y vuelve todo a empezar de nuevo. Tú sabes, te pones como una niñita de 9 años, y todo se ve ( sí, tú sabes  que sî ) rosado hello kitty.
Con una diferencia..esta vez, por lo menos, no tendrás que limpiar la mierda del caballo.   


martes, 5 de octubre de 2010

Ovejas, pastores y pantalones tubito.






¿Se supone que estar alrededor de gente vacía  y vana deba hacerte sentir profundo y lleno, por contraste?  Y hablo de gente vacía que se siente llena con trivialidades, con cosas de poca sustancia…tu sabes, dos mimes rubios en el cerebro, pintándose las uñas de rosado…sintiéndose más cool porque se saben de memoria las canciones de Rita..lo que no está mal, sino pensaran que esto, aparte de llenarlos, los hace, simplemente “ más “.

Si bien es verdad que todos tenemos nuestros momentos egoístas, en los que cada quien hala la soga para su lado , llega un punto , (  y, he aquí aquí  EL PUNTO ) en donde  las prioridades cambian..y nótese que hablo de LAS prioridades, no de TUS prioridades.

Realmente es más  feliz aquel que considero vacío porque reside  en Lala- land?
No me considero más, ni menos, sino menos privilegiado…pienso.  Debe ser bellisimo retornar a pensar como cuando teniamos 8 o 9 años, cuando todo era juguetes y juntarnos con los amigos del colegio..O como cuando teniamos 11 o 12, que solo  queriamos juntarnos con los compañeros “cool”..para que vieran q  nosotros también éramos “ cool”..

Y acá la pregunta…..Es que el complejo de oveja nunca se nos va?  Tu sabes, ése de buscar rebaño, aceptación, mientras nuestras neuronas se tiñen de rubio..
Cómo se mide el crecimiento de un individuo? Por sus metas? Por lo que ha hecho o dejado de hacer? O por lo cercano ( y aquí si me pongo cursi ) que ha estado de la felicidad?

Realmente es ese gordo, cuarentón, con pantalones tubo y un corte de pelo que no le favorece (sino que evidencia el tnte que prentende disfrazar sus  canas ) más feliz que yo?

Realmente, este mundo de gente cool , de moda, de música, de  “Celebrities”…existe?

O es realmente otro escenario en que  interpretar, dependiendo del día, el papel que hayamos escogido?

Oveja negra quizás no sea…pero estoy seguro de que Pastor jamás seré.

lunes, 20 de septiembre de 2010

La maestra de Snoopy y la paz mundial.



Son las 12.  Hay que comer.  Aún peor, hay que salir a comer. Y peor aún, tu carro está dañado, estás “ a pie”. Ya no hay escapatoria.  “Será comer algo rápido cerca del trabajo”, piensas, no si antes decirle a tus camaradas de trabajo, que hoy comes solo, que “ estás en ti”. 

 Planeas tu estrategia, dibujas los planos de tu ruta de escape mentalmente, te armas con tu ipod, te escabulles, huyes por las escaleras, como si tu vida dependiese de bajarlas en un tiempo record,  y sales a la calle, ya victorioso. Hasta ahora, vamos bien. 

Te sientas en una mesa medio alejada, tu sabes, estratégicamente situada entre dos columnas de manera que puedas ( por si acaso ) esquivar miradas y saludos. Y justo cuando empiezas a disfrutarlo ( ya pediste tu comida, ya te ha llegado tu botella de agua y Devendra suena en tu ipod ).. pasa.  Aparece la compañía, que, sin preguntarte, se sienta en tu mesa, y precisamente en el momento que te traen tu comida, ordena la suya. Solo para decirte después el típico “ ¡Ay Dios, yo ni te pregunté si tu querías comer solo!”. 

Y así empieza el desastre anunciado, y lo que prometía ser una comida íntima, tuya, para ti,  se vuelve una reunión de bocados y de opiniones discordes, de temas que ya te sabes de memoria, de cosas que preferirías mil veces no oir de nuevo.

Luego de casi una hora, lo que te queda es el sabor de otra comida llena de ausencias voluntarias, comentarios de mal gusto, negatividad, en fin , de pruebas a la tolerancia, y más que eso, a Tu tolerancia…Entonces, irremediablemente ahí viene la pregunta…Es que acaso nos volvemos menos tolerantes a medida que nos vamos haciendo mayores?

Pero, vamos a ponerlo claro..no es intolerancia a lo políticamente correcto..ni ser intolerante frente a los típicos clichés que inspiran esta conducta en los más mojigatos ( que de algo debe servirnos haber estudiado, ser “ artistas “ y tener TV por cable e internet, de por Dios!) sino, más bien ante una actitud que choca de frente ni siquiera con matices de  una actitud propia en concreto, más bien es estar en contra de la verborrea me-da-la-gana-ria de aquellos que piensan “ Yo digo lo que quiero, y lo que pienso, porque YO soy así”. 

 Entonces, acá la segunda pregunta…Es de líderes decir, apasionadamente, sin pelos en la lengua o en ningún otro sitio, lo que “de verdad” sienten? Soy más auténtico, menos falso, si de verdad escupo, sin contemplaciones, como toros de Pamplona, sin filtros, mis opiniones sin soltar el micrófono o pensar en que alrededor hay más gente? Porque, para cualquier entendedor, este desapego verbal, esta sinfonía discorde  que solo habla de MI, MI, MI pudiese, a primera intención, ser otra pose..una más cómoda y menos pretenciosa, pero que a la vez esconde ( como todas las poses que , a menudo, esconden algo )  aguas turbias.

En fin, y ya para cerrar, que nadie le da a nadie el poder de hablar o no hablar..pero tampoco le quita el derecho a escuchar o no..Que a veces, lejos de callar y otorgar, es mejor callar y ponerle MUTE a la cabeza, no pensar mucho y , simplemente, estar ahí sin estar.  Añorar tu ipod, ( ésa que guardaste en tu bolsillo, precisamente para no caer  pesado), y hacer el ejercicio de bautizar a tu compañía, sin importar género, como  la maestra de Carlitos, el de Snoopy, esa misma que sonaba como una corneta cuando hablaba en aquel concurso de deletreo. 


 Y así, todos en paz.  Hasta la maestra de Snoopy.